Transpirabilidad

¿De dónde procede la transpiración? El sudor es segregado por las glándulas sudoríparas de la piel. Existen dos tipos de glándulas sudoríparas:

> Las glándulas ecrinas desempeñan un papel importante en la regulación de la temperatura corporal. El sudor que segregan es inodoro y se compone esencialmente de agua, sales minerales y ácido láctico.

> Las glándulas apocrinas se encuentran sobre todo en las axilas. Su actividad no es termodependiente, pero responden a estímulos psicológicos (emociones, estrés). Este sudor es rico en compuestos lipídicos, urea y amoníaco. Esta forma de transpiración también es inodora.

Entonces, ¿de dónde viene el mal olor? La culpa no la tiene el propio sudor, sino las bacterias presentes de forma natural en la superficie de la piel. Para alimentarse, estas bacterias absorben las partículas de sudor, las transforman y las liberan en forma de moléculas que huelen mal. Así, cuando hueles algo desagradable, en realidad estás oliendo secreciones bacterianas microscópicas. Otros factores, como el crecimiento del pelo y la dieta, también pueden influir en el olor corporal.

¿Cómo contribuye nuestra ropa a agravar este fenómeno? El algodón es hidrófilo, lo que significa que la ropa tradicional de algodón absorbe la transpiración. Una vez absorbida, esta transpiración queda almacenada en el interior de las fibras. El problema es doble: constituye un caldo de cultivo para las bacterias causantes del mal olor y se agrava cuanto más se suda, creando a menudo anillos de sudor conocidos como "halos".

En qué se diferencia INDUO®

Evita las ojeras: a diferencia del algodón tradicional, que absorbe el agua, el tejido INDUO® repele los líquidos y, por tanto, la transpiración. Esto reduce drásticamente la aparición de anillos de sudor. Aunque el tejido alcance temporalmente su máxima capacidad de evacuación del sudor y se forme un pequeño halo, éste es casi invisible (porque el tejido no cambia de color ni se vuelve transparente como una camisa convencional) y el tejido se seca muy rápidamente para disipar el halo.

Combate las bacterias y los olores: al impedir que el sudor se almacene en las fibras del tejido, se evita el desarrollo de las bacterias responsables de los malos olores.